El coaching creativo es una modalidad del coaching, que es una disciplina que se centra en el acompañamiento y guía para que se culmine un proceso de mejora en un aspecto concreto de la vida de una persona, en este caso, aplicada al trabajo. La cualidad creativa da un salto de calidad a las técnicas propias del coaching. Presta atención a la característica del formato que te presentamos en este texto. Antes de explicar que es el coaching creativo, se quiere recordar qué es el coaching.
¿Qué es el coaching?
El coaching es el método por el cual se guía y se adiestra a un empresario o profesional o a una persona común que quiere descubrir en su interior las causas de sus problemas y quiere explotar su entorno para alcanzar el éxito esperado o simplemente para lograr un objetivo sencillo pero en apariencia imposible o dificultoso. El Coach Creativo realiza este trabajo utilizando el Pensamiento Lateral y las técnicas de creatividad.
La creatividad supone un plus para el coaching
En primer lugar, hemos de señalar que, en la última década, se ha producido una importante introducción del coaching (traducido en castellano como entrenamiento) en las empresas de nuestro país.
El objetivo principal que justifica apostar por este programa tiene que ver con elevar la productividad de los trabajadores. Pero se basa en un principio ético más relevante: que un trabajador feliz es un trabajador más productivo.
Para que exista el coaching, aparte de una organización o persona que lo financie, tiene que existir un coach, o entrenador, y los coachees, o alumnos. Y, si el coaching común contribuye a crear empleados más felices y productivos, no tengas duda de que el creativo incrementará estos fines.
La seña de identidad de este tipo de coaching
Todo coaching requiere una instrucción, en la que los coachees se van a someter a la supervisión del coach. La finalidad es que estas sesiones acaben por fomentar la autonomía de unos trabajadores mejor formados y habilitados.
Por eso, el entrenador se va a encargar de que sus discípulos aprendan una serie de técnicas de directa aplicación en sus puestos de trabajo. Les va a enseñar unas herramientas prácticas que van a hacerles sentir realizados en sus lugares de trabajo.
De esta manera, se incrementa su motivación y el trabajador se ve capaz no solo de hacer de forma óptima sus tareas del día a día, sino de ir a más y elevar su rendimiento. Sin duda, poder alcanzar unos niveles más altos de rendimiento le va a servir para aumentar su autoestima.
Se crea, en consecuencia, el caldo de cultivo oportuno para que cada trabajador dé lo mejor de sí y exprima su creatividad en el trabajo. Esta mayor fertilidad, de hecho, le va a proporcionar unas grandes posibilidades de promoción interna.
Una creatividad que se comparte
Los coaches tienen muy claro que, si bien hay unas habilidades laborales y de inteligencia emocional aplicables a todos los trabajos, deben ceñirse a que los trabajadores las empleen en su entorno específico.
Las genialidades que este buen desempeño fomenta no tendrían valor si solo tuvieran una plasmación individual. Podrían acabar generando una competitividad laboral mal entendida.
Sin embargo, esta clase de coaching que promueve la creatividad busca un incremento de las sinergias en el marco de la plantilla. Por eso, los ejercicios que se plantean tienen que ver con el trabajo en equipo. Las ideas brillantes deben ser compartidas y servir para que la empresa siga progresando.
Se trata de una creatividad con fines prácticos que requiere que el trabajador se sienta libre y cómodo en su espacio soberano.
En definitiva, el coaching creativo estimula la inventiva individual para reforzar la contribución colectiva a una empresa.
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